martes, 10 de enero de 2012

Texto de Carlos París

 Hoy en la primera clase de filosofía tras las navidades, hemos leido el texto de 
Carlos París, Empirismo e ilustración inglesa de J.C. GaPrólogo de rdía-Borrón, "Una nueva visión del hombre y de la vida" , este describe brevemente la sociedad y época en la que vivió Hume. Personalmente creo que es muy importante conocer estos datos para poder enfocar bien su filosofia y pensamiento.
Os adjunto el texto.

"Uno de los rasgos que más peculiarmente caracterizan al siglo XVII, intensificándose en su decurso y prolongándose en el XVIII, es su voluntad fundacional. El afán de levantar un nueva civilización, cimentada en la más estricta racionalidad, que posee la nueva clase social que ha conquistado el protagonismo histórico, la burguesía. […]

La investigación en los campos más variados nos ha ido mostrando de qué manera en el fluir de la baja edad media se iba gestando la realidad del mundo moderno. Es el complejo e interrelacionado conjunto de transformaciones urbanas, económicas, culturales, tecnológicas, cuya dinámica continua y sosegada, en gran parte inconsciente, conducía objetiva e inevitablemente hacia una nueva civilización. Al irrumpir el Renacimiento, abriendo una nueva época, sus hombres viven ya una conciencia de innovación y ruptura
pero esta ruptura, especialmente en sus momentos originarios, en el movimiento humanista, no aparece con el sentido fundacional, con la mirada hacia el futuro con que más tarde, en el XVII, se configurará. La dura crítica del presente y del inmediato pasado que sobre éste gravita, elocuentemente expresada por Vives y Erasmo, está iluminada por dos grandes mitos: el retorno a los clásicos y el rescate de lo natural, la recuperación de dos paraísos perdidos. La nostálgica vocación de regreso encubre, así, la conciencia de la novedad del presente y del futuro. […]

Se afinca entonces la conciencia de que está surgiendo un nuevo mundo y las mentes más alertadas a la sensibilidad peculiar del momento se sienten vocacionalmente arquitectos de la construcción. La vivencia de la novedad se alía con la convicción, que anima la obra de Francis Bacon y de Descartes, de que la novedad del presente augura un futuro todavía mejor. La teoría de "degeneración" como sentido de la historia va retrocediendo ante la del progreso. Pero la orientación de la historia según este vector, el desarrollo de las posibilidades que circundan al hombre, requiere una reconstrucción radical; y no ya para rescatar arcaicas perfecciones, sino para alumbrar la racionalidad latente que la ganga del pasado, los viejos ídolos, los erróneos métodos, la inercia de las tradiciones, han sepultado. Es un actitud compuesta complementariamente de recelo y de confianza, de ingenua entrega. Por una parte, la desconfianza, "el temor a ser engañado" – como subrayó Ortega -, caracteriza a la Modernidad; por otra, reina una fe singular en la sencillez, un optimismo de la facilidad y el éxito una vez que el "seguro camino", como dirá después Kant, haya sido descubierto. […]"

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